Los títeres tradicionales de agua, conforman un espectáculo único en el mundo, que refleja el modo de vivir en el agua o entre el agua y la tierra, propia de las y los campesinos vietnamitas, dedicados al cultivo de arroz. Se cree que el origen de este tipo de teatro debería buscarse en la figura del espantapájaros que se utilizaban antiguamente para evitar que las aves se comieran los granos de la cosecha. El tratar de animar a los maniquíes o espantapájaros en el centro de los cultivos inundados, a la distancia mediante algún tipo de cuerda vegetal, puede haber sido la circunstancia que originó este tipo de representación (Artiles, 1998). La antigüedad de esta técnica teatral titiritera data desde hace por lo menos 12 siglos, de acuerdo a una estela del año 1122 a.c. encontrada en la provincia de Ha Nam que describe la celebración de la victoria de un rey, y muestra que entre otros entretenimientos, hubo una función de títeres de agua. (Lam Bich, 1973: 101)
En la ciudad de Hanoi hay tres escenarios diferentes donde poder disfrutar de esta expresión tradicional del Teatro de Títeres. Tuvimos la oportunidad, a los dos días de nuestra presentación en el Teatro de Hanoi, de asistir a una función de teatro tradicional de agua en el mismo Teatro Nacional de Hanoi. A las 8 de la noche era la cita. Fue una experiencia maravillosa poder ver el espectáculo en su propio contexto. Se realizó en un anfiteatro que está ubicado en el fondo del predio y es al aire libre, con asientos con una leve inclinación. El estanque es el escenario principal y sobre el costado derecho se encuentra el escenario de los músicos, en un quincho con un techo a dos aguas. En el espectáculo, los y las titiriteras están ocultas dentro de una casa de arquitectura budista a dos aguas, que es la principal escenografía de la obra, que constituye el fondo y en el frente los títeres flotan y nadan sobre el escenario principal, que es un gran estanque de agua. Desde allí, con un vestuario especial y con el agua un poco más arriba de la cintura, a través de varas de bambú y cuerdas, las y los artistas titiriteros manipulan a los títeres que aparecen en el verdadero escenario, que es el estanque de agua en el frente. Los títeres están realizados en madera y especialmente impermeabilizados con resinas naturales, y luego pintados. Sobre el lado derecho, en un escenario circular están dispuestos los y las músicas, que tocando instrumentos, como tambor, flauta y voces nos llevan de viaje hacia las entrañas de este mundo de armonía fluvial, de corrientes de música que se confunden con el canto de los pájaros.
La obra estaba compuesta por diferentes cuadros que representan mitos, leyendas, juegos populares y escenas de la vida cotidiana de campesinos y campesinas vietnamitas, como por ejemplo ciertas labores como la pesca colectiva. En un cuadro hay tres campesinos a bordo de una canoa tratando de pescar con la red, pero no lo logran fácilmente, porque se enriedan, porque luego uno casi arroja a otro al agua, hasta que finalmente con movimientos coordinados y bien coreografiados logran pescar un pez que aparece saltando cerca del barco, le arrojan la red y lo meten en la canoa. También había cuadros que contaban acontecimientos de la naturaleza. Uno de estos se trataba de dos pájaros, con bellísimos colores que se perseguían, mientras realizaban elegantemente un rito de atracción y se posaban por momentos en los pequeños islotes de hojas y jugaban con sus movimientos y la música. La música en vivo inundaba de sentido el ambiente y generaba una atmósfera mística que integraba todos los elementos escénicos con un aura especial rodeada de agua y de ritmo. Fue maravilloso observar en algunos momentos de la obra, la llegada de mariposas y libélulas a la laguna, que casi interactuaban con los títeres mientras ellos estaban a bordo de sus canoas pescando, y resolviendo algunos enriedos, que le aportaban al número el tono humorístico.
Luego del espectáculo nos acercamos a saludar al elenco a quienes les contamos que también éramos titiritera y titiritero. Con algunos integrantes ya habíamos tenido ocasión de conocernos, tanto en Rusia como en nuestra visita al teatro con ocasión de nuestra función, pero nos sorprendió ese día ver tantas caras nuevas, ya que era un elenco alternativo al que habíamos visto en Rusia. Los felicitamos por la función y nos contaron sintéticamente cómo hacían su trabajo a través de las varas que estaban bajo el agua, perpendicularmente a sus cuerpos, a través de las cuales pasaban sogas que son nudos sujetaban algunas partes de los títeres, en un sistema complejo de mando. A su vez tenían otro tipo de mandos, también hechos en madera, que coordinaban con el muñeco que se encontraba bastante adelante pero en la misma altura. Nos invitaron al día siguiente a que veamos la función por detrás metidos adentro del agua, como lo están ellos durante toda la presentación. Ese día vimos los trajes de una lona ancha o plástico duro que usaban, como un jardinero, en el que metían las piernas. Nos mostraron también algunos de los elementos que utilizan en la manipulación. Nos fuimos felices e ilusionados de volver al otro día a ver la función por detrás. Lamentablemente al día siguiente sólo se presentaron dos espectadores, además de nosotrxs para ver la función, por lo que no irían a realizarla para tan poquita gente. De acuerdo a lo que nos comentaron los integrantes del elenco, hay otras posibilidades de ver teatro tradicional de títeres de agua en Hanoi, que están más enfocadas al turismo y que se encuentran más próximas al centro, y que suelen ser más populares. Para llegar al Teatro, habíamos tenido que viajar aproximadamente unos 50 minutos por avenidas inundadas de motos (especialmente), bicicletas, buses y autos, en un tránsito caótico y desordenado, al punto que no hay casi semáforos en la ciudad. Para atravesar las avenidas majestuosas cargadas hasta los dientes de vehículos, sólo hay que avanzar con mucha fe y con la mano extendida. Mágicamente el camino se abre para dar paso a las y los peatones.
Sin embargo, a pesar de no haber podido ver la función por detrás, nos fuimos muy contentxs sabiendo que habíamos sido testigos de un espectáculo tradicional de teatro de títeres único en el mundo. Tuvimos la posibilidad de verlo allí en la ciudad de Hanoi, codo a codo con espectadores vietnamitas, con una música en vivo que difícilmente podamos un día olvidar y que hemos grabado para que cualquiera pueda escucharla!! Y que como ya dijimos, era un elemento que inundaba la atmósfera del ambiente, que estaba entre la ficción y la realidad, entre la tradición y la actualidad, entre el agua y la tierra.
BIBLIOGRAFÍA-Artiles, Freddy (1998). Títeres: historia, teoría y tradición. Barcelona, Plaza y Janés. -Lam Bich (1973) Marionetas acuáticas ¿Una novedad? en la revista Conjunto. La Habana, n° 16.