Vídeo realizado por Open Road India en Kathpuli Colony, Jaipur, 2015, con Prakash de protagonista.

Hay dos grandes colonias de marionetistas tradicionales rajastaníes en la India, gentes de la casta de los Bhatt dedicados la tradición Kathputli, que antiguamente eran nómades. Una queda en Nueva Delhi, y la otra en Jaipur, región de Rajastán. En nuestro caso, hemos podido conocer esta última, adonde estuvimos visitando y compartiendo con Prakash y su familia en variadas ocasiones durante nuestra estadía en la ciudad en febrero de 2018. Kathputli Colony es una colonia de marionetistas adonde viven desde hace 55 años, más de 800 familias, que suman aproximadamente 5.000 personas dedicadas al arte de las marionetas tradicionales de Rajastán.

En el vídeo adjunto, Open India, en una incursión audiovisual de los realizadores, adentro de Kathputli Colony se pueden apreciar vívidamente algunas de las condiciones de vida de los marionetistas tradicionales. Esta tradición, la continúan practicando en condiciones diversas a las que solían hacerlo cuando se trasladaban por el desierto de Rajastán brindando representaciones grupales que contaban las hazañas de las familias gobernantes, al principio de los pueblos y ciudades Rajasthani, y con el advenimiento del Imperio Mogol, en el siglo XVI, de sus príncipes y monarcas.

Actualmente, y desde hace por lo menos 50 años, se dedican al tallado en madera, pintado y realización de los vestuarios de las marionetas, para venderlas en Mercados y negocios para el turismo,  en unos casos, y para realizar presentaciones tanto en contextos ceremoniales como comerciales. En la colonia viven personas dedicadas a la artesanía en madera y músicos.  Estas familias mantienen viva de formas diversas una tradición milenaria.

La Colonia, también conocida como “Kathputli Nagar”, se sitúa en un barrio elegante de Jaipur en las cercanías de variadas dependencias Reales-oficiales. Sin embargo, no cuenta con algunos de los servicios básicos necesarios, como agua corriente, tendido eléctrico ni sistema de cloacas. En la parte exterior de la muralla se encuentra una abigarrada zona comercial, compuesta de pequeños negocios ubicados uno al lado del otro, en donde se ofrecen telas, cigarrillos, un corte de pelo o afeitada y comida. Al ser un área residencial amurallada, las construcciones se efectúan hacia arriba, en el espacio correspondiente a cada familia. Al ingresar a la colonia, encontramos sinuosas calles de piedra, todas peatonales, de no más de un metro y medio de ancho que discurren por el interior de esta especie de laberinto, en el que a cada lado se abren puertas, que conducen por angostos pasillos a casas familiares, a historias particulares de familias que mantienen vivo un arte milenario, como una forma de vida, como un designio, como un destino o un deseo. Son parte de una casta, a la que han pertenecido sus padres y madres, abuelos y abuelas y por lo menos 20 generaciones más, una casta necesaria para la religiosidad y la ritualidad hindú, ya que las presentaciones Kathputli hacen parte del desarrollo de la vida social y ceremonial, pero ese valor no se encuentra reflejado en el lugar que ocupa en la escala social.

Después de varias vueltas por los laberínticos caminos de Kathputli siguiendo los apurados pasos de Prakash, arribamos a una puerta que ya estaba abierta y nos invitó a pasar. Ingresamos a un pequeño patio adonde estaba su hermano sentado en el piso en  posición tipo indio, tallando la cabeza de una marioneta en la madera virgen. Con su pie pisaba y afirmaba entre sus dedos lo que sería el cuello de la marioneta, para con un cincel y un martillo darle la forma al tradicional rostro de esta técnica única en el mundo, como lo hicieran más de 10 generaciones atrás. En el otro costado, frente a la escalera que sube a la casa de Prakash, sentada en el piso frente a un pequeño fogón, estaba cocinando en la misma posición, la tía de Prakash, que nos saludó al igual que el hermano con una sonrisa y juntando sus manos en posición de “Namasté”. En la planta baja de la casa viven en dos pequeños cuartos/living/comedor de 2 x3 la tía y el hermano de Prakash. La cocina es el fogón frente al cual está sentada la tía. Además hay una tercera puerta a un pequeña bodega adonde Prakash guarda sus marionetas, telas y maderas, además de una heladera y una despensa con la comida. Cuando subimos por la escalera, nos encontramos una pequeña terraza descubierta de aproximadamente 1,5 x 3 mts, en la cual está el fogón adonde se encontraba en ese momento Manyú, la esposa de Prakash, junto a Pría y su otra hija, cocinando unos chapatis. Nos saludamos con “Namasté” y al intentar acercarnos a saludarlas con un beso, ellas rehusaron tímida y respetuosamente. En la terraza hay dos puertas. Una de ellas da al cuarto donde duermen el hermano y el papá de Prakash y la otra al cuarto de Prakash, Manyú y sus 4 hijos e hijas.

Aquel primer día entramos en su casa y Prakash nos invitó a sentar en el piso. Luego fue sacando de la bolsa que traía en la mano, los distintos alimentos que habíamos comprado previamente para el desayuno, disponiéndolos ordenadamente en la mesa, que era una tela en el piso. Manyú traía los chapatis calentitos y luego un delicioso chai (té) para acompañarlos, y mientras comíamos nos fuimos sintiendo cómodos y en casa.

Nos costó un par de días entender la disposición de la casa y la familia extendida, así como nos costó comprender que aquel cuarto de 2 x 3 metros aproximadamente, no sólo era el pequeño cuarto donde dormían los 6 integrantes de la familia, sino que además era el lugar donde comían, donde tallaban y pintaban sus marionetas, donde miraban un pequeño televisor y realizaban cualquier actividad dentro de casa. No había ninguna cama, ninguna mesa, ninguna silla ni ningún sillón. Sólo telas y alfombras que nos daban a entender si estábamos en la mesa o en la cama. Asimismo la terraza, funcionaba de cocina, taller y comedor, dependiendo del clima y de la disposición de las telas en el piso. Apoyados en la baranda de la terraza podíamos contemplar toda la colonia y divisar los angostos e intrincados pasillos que la recorren. Podíamos ver las otras terrazas dónde en diferentes momentos del día veíamos a hombres trabajando la madera y tallando las caras de las marionetas y a las mujeres pintando esos rostros y creando los cuerpos de las mismas con telas de algodón, que luego serán recubiertas por suntuosas y coloridas telas.  

Debido a la emergencia sanitaria producto del Covid -19, India en general y la ciudad de Jaipur en particular han experimentado un cierre total al turismo, que como anotamos antes, es el principal comprador de las marionetas que realizan en Kathputli Colony y el principal colaborador de quienes realizan las funciones en los sitios de interés turístico. Esta situación colocó a la colonia entera en una gravísima crisis económica, ya que no pueden generar sus ingresos y no han recibido ayudas del gobierno. En este contexto, fue clave el accionar de Prakash que pidió ayuda a amigas y amigos de otros continentes, logrando que le enviaran ciertas sumas de dinero, con las que compró grandes cantidades de comida que cocinó y repartió junto a su familia, a los niños y niñas de la colonia. Cuando este dinero se acabó, Prakash gracias a su integración en el mundo internacional de las marionetas, y como voz de toda una colonia de marionetistas, pudo gestionar, con nuestra ayuda en la redacción de los correos electrónicos, una ayuda especial de UNIMA (Unión Internacional de la Marioneta), para poder seguir cocinando y repartiendo raciones de comida por algún tiempo a todas las familias de la colonia. Ese recurso ya se agotó, y desde entonces Prakash se las ingenia para con mucho esfuerzo cocinar unas raciones diarias para los niños y las niñas de la colonia y para algunas personas en situación de calle. Pero el horizonte no es alentador, porque ni la pandemia se acaba, ni se espera recibir alguna ayuda oficial del Gobierno.

 Lamentablemente, Prakash se está quedando sin recursos para continuar esta gesta solidaria. Por eso en esta sección incluimos toda la información sobre cómo ponerse en contacto con él, en caso de poder colaborar en algo en el marco de esta preocupante situación.

¿Cómo ayudar a Prakash y a las familias marionetistas de Kathputli Colony? Comunicándose en privado con Prakash al whatsapp:+919829343479 o a su Facebook: Prakash Bhatt o vía mail: prakashbut@yahoo.com, ramprakashbhatt@yahoo.com

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