¿Qué es Kathputli?

Kathputli significa en una mezcla de dos lenguas rajastaníes: “muñecos de madera”. La tradición Kathputli, de la gigantesca región de Rajastán en el noroeste de la India que limita con Pakistán, es una milenaria tradición teatral, que tiene como protagonistas a las marionetas de hilo cuyo comando es la propia mano titiritera. Se cree que podría ser la forma de marioneta más antigua del mundo. Como es corriente en el mundo del teatro de títeres, arte interdisciplinar por excelencia, tradicionalmente esta manifestación artística reunía y combinaba en un gran espectáculo diversas expresiones artísticas: la música, la danza, el arte de narrar eventos del pasado realizado por “genealogistas”, mujeres narradoras, y las artes plásticas, en el tallado en madera de las cabezas, torso y manos, el diseño y la pintura de los rostros, la compostura del cuerpo en algodón y alambre y la costura final de los vestuarios en finas telas.

Esta tradición es practicada por la casta de los Kathputli Bhatts: los que exhiben títeres de madera (E. Acuña, 2013: 36), quienes eran nómades originarios de la región de Nagaur, que recorrían el desierto de Thar en grandes familias y se  dedicaban a poner en escena, las historias y los relatos de las familias locales más importantes de pueblos y ciudades Rajasthani. “La historia de las familias de los mandatarios rurales, por ejemplo, era recitada tres veces al día en la plaza, además de acontecimientos de las vidas de los ancestros de los mandatarios.” (World Encyclopedia of Puppetry Arts, UNIMA) Estas prácticas se transforman con el advenimiento del Imperio Mogol y las antiguas comunidades nómades rajastaníes comienzan a actuar, en este nuevo contexto, en las cortes de los príncipes y reyes, y bajo su tutela como así también viajando a otros estados a contar sus hazañas. De acuerdo a E. Acuña es el monarca de India Central, Amar Sing Rathore, quien les otorga el estatuto legal a esta sub casta de cómicos en el siglo XVII, “en una época en que los príncipes de manos comenzaban a proteger con fines publicitarios a los titiriteros”( E. Acuña, 2013: 36).

Esta profesión, como todo en el sistema de castas, es hereditaria, transmitiéndose de generación en generación. La marioneta Kathputli es la única en el mundo que se anima directamente con la mano, los hilos son directamente enroscados en los dedos de quien la anima y la mano funciona de comando. Miden aproximadamente entre 45 y 50 cm. Su rostro, torso y manos son tallados en madera mientras que su cuerpo es compuesto por telas de algodón sujetas con alambre, que luego son recubiertas con finas telas con brocados y adornos.

“Para manejar este tipo de marionetas solo son necesarios dos hilos, uno de ellos conecta la cabeza del títere con su cintura, el otro conectas ambos brazos del títere. Los títeres Kathputli no tienen piernas, ya que visten una túnica o vestido que ocultan la carencia de las extremidades inferiores, aunque durante los movimientos en escena, la habilidad del titiritero hiciese parecer que los títeres estuviesen dotados de piernas.” (https://bocones.com/blog/titeres-marioneta/titeres-kathpuli/) Con tan sólo estos dos motores de movimiento, quienes manejan con maestría esta técnica, pueden lograr una amplísima gama de calidades de movimiento, que desenvuelven en el marco de danzas, cabalgatas, peleas entre príncipes rashputs, encantamientos de serpientes, y números de malabares, entre otras situaciones. La excepción en la cantidad de hilos la constituye la marioneta bailarina llamada Anarkelis, que da el nombre a la compañía de Prakash Bhatt.

Esta marioneta posee 6 hilos para poder realizar mayores movimientos de sus manos y cadera. En una de sus versiones sostiene en su cabeza y en ambas manos velas encendidas que iluminan la escena y su baile, por lo que en particular este títere requiere el uso de alambre de acero en vez de hilo, para soportar el prolongado contacto con el fuego. Asimismo, hay algunos personajes, como Krishna, el rey Majaraji, el mago que juega con su cabeza y los príncipes que combaten con sables que presentan piernas. En todos los casos los manipuladores antes de salir a escena deben enredarse los hilos de determinada manera en sus dedos, para poder realizar los movimientos necesarios.

El teatrino que se utiliza en este tipo de técnica es denominado por los marionetistas tradicionales the castle (el castillo) y se arma en base a una específica disposición y amarre de palos de bambú con coloridas telas con motivos hindúes que se tensan entre sí con pesos. Esta estructura escenográfica delimita y crea el espacio escénico, al tiempo que el espacio de ocultamiento del marionetista. “Así, a la tela frontal superior de los arcos del proscenio se le llamaba jhalar (banda decorativa, como en voladizo); los arcos (a través de los cuales se veía a los títeres) se unían en la parte inferior, y se llamaban tibara; y a la tela negra de la parte posterior del escenario (entre el titiritero y los títeres) se le llamaba kanath (…)  Las tres partes se ataban a la tienda, llamada tambuda (tambú significa carpa). En el pasado, los khandil (candiles/lámparas de queroseno) se ponían dentro de los arcos a ambos lados de la parte frontal del escenario para iluminarlo.” (https://wepa.unima.org/es/kathputli-ka-khel/)

La técnica descansa, cuando se realiza óptimamente, en una manipulación muy fina, certera y precisa que se realiza directamente a través del movimiento de los dedos en los que se enroscan los hilos y las manos. Como veremos, los trucos forman parte del repertorio tradicional y necesitan, al igual que los trucos de magia, de la pericia, precisión y velocidad de quien los realiza, a la vez que de elementos escénicos de distracción del público.

PROCESO DE PRODUCCIÓN

El proceso de producción de la marioneta se lleva a cabo tradicionalmente de acuerdo a una estricta división de tareas por género. Los hombres son quienes tallan los rostros de las marionetas que están unidos a un pequeño torso, así como las manos en madera de mango, de árbol de manzana, de rosa y chesnet wood. Las maderas que se utilizan son de árboles comestibles. También son los hombres quienes realizan el recubrimiento y la costura final de la tela y quienes actúan animando e interpretando las marionetas en las representaciones y realizan el acompañamiento musical actualmente.

 Las mujeres son quienes pintan los finos rostros de las marionetas con pinturas y tintes naturales y las que componen sus cuerpos en base a tiras de algodón. Antiguamente también las mujeres desempeñaban tareas interpretativas en el marco de las representaciones de títeres. Ellas formaban parte de las genealogistas, que guardaban para poder contar públicamente las historias tanto de las familias gobernantes de pueblos y ciudades de la región de Rajastán, como de sus ancestros. Estas tareas son enseñadas y transmitidas de una generación a otra, tanto en el marco de la familia, como en el marco de la casta. Bajo esta última modalidad, encuadramos la tarea de formación en el arte Kathputli que desarrolla Prakash en Kathputli Colony. En el patio de su casa recibe a niños y niñas a aprender sobre el tallado, la pintura y la animación de las marionetas.

Laura aprendiendo a pintar marionetas con Manyú, la esposa de Prakash

En el marco de nuestras visitas cotidianas a Kathputli Colony en nuestra estadía en la ciudad en febrero de 2018, pudimos observar a Prakash Bhatt tallando la madera y a su compañera y madre de sus hijas e hijos, Manyú, pintar los rostros de las marionetas. Tal como indica la tradición, estas tareas nos fueron enseñadas de acuerdo a nuestro género. Entonces, Prakash le enseñó a Enrique a tallar en madera de mango la cabeza y el torso, que forman una sola pieza y las manos. En posición tipo indio, los talladores sostienen con ambos pies el pedazo de madera a ser tallada, y con cincel y martillo descubren en la madera los rostros característicos de cada personaje. Manyú le enseñó a Laura a pintar los rostros de la marioneta y a delinear con suma delicadeza las definidas expresiones que tendrán los diferentes personajes. Asimismo, nos fue dado a ver a muchos y muchas habitantes de Kathputli Colony hacerlo en sus patios y terrazas, que es posible admirar desde la terraza de Prakash. 

Mientras circulan transgeneracionalmente las prácticas de construcción y animación de las marionetas, su materialidad va pasando de una generación a otra, formando parte del patrimonio de la familia. Cada vez que una marioneta pasa de un padre a un hijo, la tradición dice que debe agregársele una falda. En algún momento de este ciclo, la marioneta llega a ser demasiado pesada para poder seguir siendo animada, entonces debe ser depositada en un río sagrado, el río Ganges.

EL TIPO DE ESPECTÁCULO

Este espectáculo se caracteriza por estar compuesto de cuadros cortos que tienen un especial basamento en la música. Antiguamente los espectáculos eran acompañados por un conjunto de música en vivo, con cantantes, tambores, y distintos instrumentos. Actualmente, cuando son desarrollados en contextos locales pueden llevar un acompañamiento de un trío musical, o directamente son titiriteros solistas que cuentan con algún reproductor de música.

Utilizan trucos que descansan en la forma específica de construcción de la marioneta. Son eficaces, juegos e ilusiones cercanas a la magia, que descansan en la habilidad y rapidez de los intérpretes. Un mago que se saca la cabeza y la sostiene entre ambas manos. El caso de los caballitos Kuchi que llevan a un jinete puede dar vueltas a su alrededor por la forma en la que está hilada la marioneta. Un tipo de marioneta que tiene un doble frente, entonces puede ser una princesa por momentos y al darse vuelta ser un príncipe, y la otra cara queda oculta en la parte interna de la falda, o una niña y una bruja, etc. Los personajes que representa el espectáculo nos da una idea de las distintas tradiciones culturales en las que esta tradición titiritera ha estado inmersa:

“(…) los personajes rashput se identifican por sus bigotes y a veces por su barba cortada y dividida, mientras que los personajes musulmanes tienen barba puntiaguda. Además de los cortesanos y los nobles guerreros, tanto musulmanes como hindúes, hay bailarinas, músicos, magos, juglares, jinetes de caballos y camellos, payasos y demás animadores que componen el reparto que refleja el esplendor de las cortes del norte de India.” (https://wepa.unima.org/es/kathputli-ka-khel/)

Las marionetas generalmente no hablan y si lo hacen, no lo hacen con un lenguaje, sino con la voz distorsionada a través de un elemento similar a una lengüeta, que en Rajastán se llama, que es confeccionado a partir de madera de bambú. “El lenguaje de los Kathputli, no se compone de palabras, sino de sonidos que el sutradahra emite soplando en una especie de caramillo hecho de bambú y cuero. Con este instrumento sencillo (muy semejante a las lenguetas usadas por titiriteros tradicionales europeos (y un par de tamboriles, el títere indio consigue transmitir al espectador el significado de la acción (…) el contenido dramático de las escenas que representa” (E. Acuña, 2013: 36). En los sitios turísticos de Jaipur, que son numerosos, es corriente encontrar titiriteros de esta tradición realizando espectáculos solistas, sirviéndose de algún reproductor de música.

Sobre la práctica actual Kathputli

Actualmente, y desde hace por lo menos 50 años, el trabajo profesional de los Bhatt se desarrolla principalmente en dos áreas. Podríamos decir que hemos encontrado dos maneras fundamentales en las que se ejercita hoy en día la profesión, y que habría una tercera vía minoritaria y excepcional, de la que Prakash hace parte. En primer lugar, un grupo de familias marionetistas se dedican a la producción de marionetas para la venta en sitios turísticos de la ciudad. Esta venta también incluye la de parientes suyos que luego de sus representaciones ofrecen marionetas al público. Habría que resaltar aquí que no son las mismas marionetas las que se encuentran a la venta que aquellas con las que se realizan las presentaciones, que son mejor talladas, más grandes, mucho más pesadas y con telas muy finas. Pudimos ver en nuestras caminatas con Prakash por Kathputli Colony, y asomados a su terraza, sus parientes Bhatt en sus patios, sentados en la postura tradicional en la que se desarrolla el tallado, tipo indio. Así, sostienen entre ambos pies el trozo de madera a tallar durante largas jornadas, en las que realizan numerosas marionetas, que luego serán pintadas por su mujer, madre o prima de acuerdo a la división tradicional de género del trabajo.

En segundo lugar, los titiriteros tradicionales se desplazan a realizar presentaciones a los sitios históricos como Fuertes, Palacios, Museos y sitios arqueológicos, que abundan en la ciudad de Jaipur, como Amber Palace o Albert Hall, entre otros. Estas presentaciones son dirigidas al turismo visitante de los lugares, que son quienes valoran el espectáculo realizando su aporte en la gorra. Por lo que pudimos observar cuando tuvimos ocasión de verles en Amber Fort y en Albert Hall en febrero de 2018, son cuatro las personas que montan el espectáculo, el titiritero y 3 músicos, que arman el teatrino tradicional. Las performances son más bien cortas, porque luego de realizados los números es el mismo titiritero el que sale desde adentro del teatrino a pasar la gorra a su público, al que antes también tuvo que convocar. Además se aprovecha la ocasión para vender marionetas, producidas por integrantes de su propia familia o algún familiar. Los lugares de realización de las funciones son asignados por el gobierno local a los distintos titiriteros, pero son ellos quienes tienen que encargarse no sólo de desplazarse, montar su teatrino y realizar el espectáculo, sino de peticionar y gestionar su propio pago a los turistas. La tercera minoritaria vía de ejercicio de la profesión sería, como en el caso de Prakash, la realización de funciones en el marco de festivales y programaciones internacionales, ingresando, a la industria cultural del teatro de títeres. En el final de sus presentaciones en el marco de programaciones internacionales, Prakash también vende sus marionetas, en vez de al turismo, como sus familiares en la India, las vende al público que acaba de disfrutar la función.

VER En nuestra participación en el Festival Ishara Pupppets en Nueva Delhi, Gurgaon y Chandigar en febrero de 2018, tuvimos ocasión de conocer a otro titiritero Kathputli que reside en la Kathputli Colony de Nueva Delhi, y al igual que Prakash, es parte de esa mínima porción de marionetistas tradicionales que logran vender sus funciones comercialmente. No nos sorprendió que cuando le contamos sobre nuestra amistad con Prakash de Jaipur, nos dijera que era su sobrino, ya que efectivamente los lazos familiares conectan a toda esta gran familia, que para introducirnos en el próximo apartado, denominaremos tentativamente gitana.    

El origen de los cuadros tradicionales: Entre carpas gitanas y las cortes imperiales

Hay distintas hipótesis sobre aquello a lo que los cuadros tradicionales hacen referencia. Según lo que a nosotros nos refirió directamente Prakash, cuando en reiteradas ocasiones conversamos sobre el tema, es que estos números tienen su origen en determinados eventos, y acontecimientos cotidianos de la cultura de los gitanos nómades de Jaipur, de la que la casta de los Bhatt, se siente y autopercibe descendiente. También algunos episodios vividos por el monarca de Nagpur, Amar Singh Rathore son reconocidos como origen de algunos de los cuadros, sus hazañas y conquistas, que también son temas de baladas populares rajastaníes.

En relación al vínculo de esta tradición con el mundo gitano se hace más que evidente en el caso del número de la bailarina Anarkelis, que hemos visto en numerosas ocasiones realizar a Prakash. Como parte de los resultados de nuestra búsqueda vía web de las palabras “gitanos nómades de Jaipur”, apareció el vídeo cuyo vínculo se puede encontrar aquí, ese y otros similares, de la danza llamada de una bailarina que se encuentra vestida exactamente igual que Anarkelis, y realiza el mismo baile con la misma música.

La bailarina en versión marioneta viste o exhibe un vestido negro con algunos vivos rojos y blancos, exactamente igual que el de las bailarinas de rajastán. Ya que estas bailarinas toman los costados de sus faldas con los brazos abiertos y extendidos, estas marionetas tienen en sus manos un alfiler que realiza ese movimiento de enganche cuando es manipulado con la velocidad y la decisión necesarias. De esta manera, las bailarinas en marioneta no sólo imitan el movimiento de la cadera y de los hombros, sino también el de las manos, ya que con este truco, pueden levantar su pollera y ondear la falda con mucha gracia hacia uno y otro costado. Ante tan grande y precisa coincidencia, nos extrañó un poco no encontrar mención alguna de esta vertiente gitana en otros artículos que versan sobre la tradición Kathputli en el material bibliográfico que hemos venido revisando. Así que dejamos en pie esta pregunta sobre la ascendencia o influencia gitana en la tradición Kathputli. Para finalizar esta sección, nos vemos en la tentación de sugerir que el nombre que Prakash le ha dado a su compañìa, Anarkelis, la bailarina gitana rajastaní, no hace más que afirmar esa ancestralidad gitana, de la milenaria tradición Kathputli.

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

ACUÑA, Juan Enrique (2013). Aproximaciones al Arte del Teatro de Títeres. Editorial Juancito y María. Córdoba Argentina

World Encyclopedia of Puppetry Arts, UNIMA. https://wepa.unima.org/es/kathputli-ka-khel/

https://bocones.com/blog/titeres-marioneta/titeres-kathpuli/

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